Coincidiendo con la inauguración de su Museo en Guetaria, evocamos su figura y su talento con la descripción que sobre él reza en Wikipedia:
Balenciaga nació en la pequeña localidad de Guetaria, en el País Vasco, en el seno de una familia humilde y muy católica. Su padre era un pescador y su madre, una costurera.
Desde pequeño soñaba con ser modisto y en sus ratos libres dibujaba los grandes diseños que veía. A los trece años, la Marquesa de Casa Torre, que veraneaba en Guetaria, se sintió conmovida ante las ansias que tenía el joven por aprender el oficio de la moda, y decidió plantearle un reto. Le entregó un trozo de tela junto a uno de sus más exclusivos vestidos, con el objetivo de que él lo copiara y demostrara su talento. El resultado contentó tanto a la marquesa, que de ahí en adelante se convirtió en su mecenas.
Tras unos años de incipiente éxito, Balenciaga abrió una tienda en San Sebastián, en 1914, que se expandiría hacia Madrid y Barcelona. La Familia Real Española y la aristocracia llevaban sus diseños. Cuando estalló la Guerra Civil Española se vio forzado a cerrar sus tiendas, y se trasladó a París. Balenciaga abrió su taller parisino en la Avenida George V en agosto de 1937.
Impuso un estilo totalmente innovador presentando una línea de hombros caídos, cintura pinzada y caderas redondas. Es a partir de los años 50 cuando empieza a ser reconocido y despliega toda su creatividad.Al contrario que muchos diseñadores, que abocetaban sus creaciones pero no las confeccionaban, Cristóbal Balenciaga tuvo un pleno dominio de la costura y del manejo de tejidos. Coco Chanel llegó a afirmar:
Es el único de nosotros que es un verdadero 'couturier' (costurero)
Coco Chanel
Manifestó predilección por los tejidos con peso, que se enriquecían con bordados a mano, lentejuelas o pedrería.
Destacan los vestidos negros, los abrigos cuadrados sin cuello ni botones, la manga japonesa, el vestido túnica o los impermeables transparentes.
Balenciaga era capaz de montar un vestido con un paño de tela, sin apenas cortes ni costuras, en poquísimo tiempo. Su habilidad en crear volúmenes y formas fue asombrosa; daba a las prendas un acabado perfecto, casi escultórico, encubriendo todas las botonaduras y puntadas de hilo. Su nivel de exigencia le llevaba a desarmar un vestido entero si no quedaba a su plena satisfacción. Creaba diseños exclusivos para sus mejores clientas sin necesidad de pruebas; la misma Marlene Dietrich afirmó que Balenciaga conocía sus medidas y que ninguno de sus vestidos exigió retoques.
Fue un apasionado de los grandes maestros de la pintura española, especialmente de Velázquez y Goya, aunque sus modelos también muestran influencias cubistas. Se ha dicho que su percepción de la mujer es más japonesa que occidental. Por ejemplo, aunque sus modelos no resultan eróticos a los ojos occidentales —porque son unos volúmenes que encierran o protegen a la mujer— destacan mucho la nuca, un elemento muy erótico en Japón.
La lista de sus clientas de la alta sociedad es muy larga. Además de Marlene Dietrich incluye a Greta Garbo. Hizo los vestidos de novia de S.M. la Reina Fabiola de Bélgica y de la Duquesa de Cádiz. Era una figura legendaria en el mundo de la moda y de la alta sociedad, no sólo por sus diseños sino también por su carácter reservado y su método de trabajo riguroso y discreto. Recibía a sus clientes mediante cita previa y organizaba desfiles privados. No le gustaban las multitudes ni la vida mundana. Guardó con celo su vida privada.
Uno de sus últimos trabajos fue el uniforme de las azafatas de Air France, quizá el único de sus modelos que se produjo en masa. Se retiró tras cincuenta años en activo.
Tras su fallecimiento, la firma Balenciaga se mantuvo activa, principalmente en la gama de perfumería y accesorios.
Entre sus colaboradores, que luego tendrían firma propia, se cuentan André Courrèges, Emanuel Ungaro, Hubert de Givenchy y Oscar de la Renta.
Su obra ha sido objeto de numerosas exposiciones museísticas, empezando por el Museo Metropolitano de Nueva York. Su amigo, el escultor Eduardo Chillida, le hizo una escultura-homenaje. El Museo Balenciaga, soslayado el proceso judicial sobre presuntas irregularidades en su gestión, se inauguró en Guetaria el 10 de junio de 2011. El museo cuenta con unas 1.200 piezas, aunque sólo una parte se muestra simultáneamente. Las obras están expuestas sobre maniquíes invisibles.
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